La viticultura moderna se ha reflejado en la forma de trabajar de los antiguos griegos.

Grecia cuenta con experiencia en el cultivo de la vid y en la elaboración del vino, sus viñedos crecen influenciados por el mar y por la altura en suelos son pobres y ricos en caliza con subsuelo volcánico de piedra pómez.

El país es rico en variedades autóctonas la mayoría de las cuales dotadas de un carácter propio. Entre las que destacan en cepas blancas se encuentran Assyrtico, Roditis o Savatiano, y en cepas tintas Agiogitiko o sanjorge o Limnio.

La producción de vino blanco alcanza el 65-70%, incluido el famoso Retsina (vino resinado) es un vino aromatizado exclusivo de Grecia. Las zonas de producción más importantes son en el Norte Macedonia y Tracia, regiones de vinos tintos. En el centro del país Epiro y Tesalia, posee tres denominaciones: Zitsa, Rapsani y Ankialos.

El Peloponeso destacan los vinos de Mantinia donde se produce un vino blanco aromático hecho de la cepa moscophilero.

Cerca de Corinto se produce el "Nemea", un tinto afrutado hecho de la cepa sanjorge, En las Islas destacan las zonas vitícolas de Cefalonia, Lemnos, conocida por su moscatel licoroso.

Samos: Aquí el vino se elabora como un vino de licor (Samos dulce), Paros, Santorín es famoso un blanco dulce llamado "vino santo". Rodas, Creta: Posee tres denominaciones de vinos tintos secos o dulces: Archanes, Dapnes y Siti y por último la zona de Peza.

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  Otras denominaciones